En un documento científico publicado el 30 de Junio del 2008 en Paläontologische Zeitschrift con el nombre de “The Paleozoic and Mesozoic vertebrate record of Venezuela: An overview, summary of previous discoveries and report of a mosasaur from the La Luna Formation (Cretaceous)”, que se traduciría “El registro de vertebrados del Paleozoico y Mesozoico en Venezuela: Un resumen y recopilación de los descubrimientos anteriores y el reporte de un Mosasaurus en la Formación La Luna (Cretácico)”, realizado por los investigadores: Marcelo R. Sánchez-Villagra y Winand Brinkmann, de Zürich, y Roberto Lozsán, de Barquisimeto, se informa sobre un Mosasaurus encontrado en dicha formación del estado Lara.
Los huesos fueron descubiertos por Roberto Lozsán, quien fue ayudado por S. Muñoz e I. Muñoz, durante un trabajo de campo en el 2007. Las piezas, que fueron registradas con el código UNEFM-VF-39, son: dos fragmentos del cráneo de diferentes tamaños, que consisten en una punta pequeña de la mandíbula inferior y un pedazo deteriorado por el paso de los millones de años, en el que se puede apreciar la parte media de la mandíbula inferior, con pedazos comprimidos de la mandíbula superior, incluso la pérdida de las puntas de los dientes y exposición de sus raíces.
Los huesos fueron descubiertos por Roberto Lozsán, quien fue ayudado por S. Muñoz e I. Muñoz, durante un trabajo de campo en el 2007. Las piezas, que fueron registradas con el código UNEFM-VF-39, son: dos fragmentos del cráneo de diferentes tamaños, que consisten en una punta pequeña de la mandíbula inferior y un pedazo deteriorado por el paso de los millones de años, en el que se puede apreciar la parte media de la mandíbula inferior, con pedazos comprimidos de la mandíbula superior, incluso la pérdida de las puntas de los dientes y exposición de sus raíces.
También se hallaron vértebras del cuello y vertebras torácicas, las cuales se encontraron incrustadas en la roca. Otra parte del cuerpo, que se descubrió en perfecto estado, fueron cuatro dedos de su aleta; dichas falanges se sometieron a estudios de comparación anatómicas con otros descubrimientos hechos de Mosasaurus, llegando a una posible clasificación filogenética de Ectenosaurus clidastoides.
Dimensiones y comparación con otros fósiles
El tamaño del Ectenosaurus venezolano hace sugerir que era un joven Mosasaurus cuando murió, en comparación con otros hallazgos de este género en otras partes del mundo. Existe un famoso fósil de Ectenosaurus encontrado en Estados Unidos y registrado con el código FHSM VP-401, específicamente en la formación Niobrara, en Smoky Hill Chalk. Aunque se halló sólo la mitad del Mosasaurus, dio a la ciencia muchos datos sobre esta especie, porque incluso se encontró parte de la piel impresa en la roca, dando a entender que su aspecto era más parecido a la piel de una culebra.
El tamaño de este ejemplar norteamericano sugiere que el Ectenosaurus pudo haber llegado a los casi seis metros (5.90 m.). Sin embargo, también se presume que es un ejemplar joven, ya que en esta misma formación estadounidense se han encontrado algunas piezas fósiles de mayor tamaño, pero que todavía no se tiene toda la seguridad a que especie corresponden, aunque se conjetura que pueden pertenecer a un adulto de Ectenosaurus; dicho fósil misterioso se ha registrado con el código KUVP 1024.
Época y otros fósiles asociados
Según los estudios realizados, se estima que el Mosasaurus venezolano vivió en el período Turoniano o Turoniense, en el Cretácico superior, edad que se extiende de 93,5 hasta 89,3 millones de años atrás.
Sin embargo una de las piezas fósiles más importantes que se encontraron en el estado Lara fue la parte del estómago, que consiste en una pieza de 10 cm de ancho y 8 cm de alto, donde se aprecian unas costillas más pequeñas que las del organismo en cuestión, llegando a la conclusión de que son parte de su última comida. En la identificación de estas pequeñas costillas aparece una diminuta cabeza, identificando el conjunto como un potencial Plesiosaurus de pequeño tamaño. Esta cría de Plesiosaurus tiene las piezas de proporciones muy reducidas para poder llegar a una identificación más especifica, pero coloca una importante pista en el ecosistema de esa época venezolana, sumando un Plesiosaurus a los organismos prehistóricos en nuestra tierra.
Esto es de suma importancia, ya que en la misma formación La Luna, del estado Lara, y muy cerca de donde se halló este Mosasasurus se encontró un ejemplar de Xiphactinus o también llamado “Pez Bulldog”, que pertenece al Cretácico superior, pero con pocos millones de años de diferencia (Xiphactinus = 95 millones de años, mientras que el Mosasaurus = 90 millones de años aproximadamente). Por estudios en Norteamérica, se puede asegurar que en el mar de esa época estos dos ejemplares llegaron a vivir juntos, sumados a Plesiosaurus y otra fauna descubierta en EEUU.
Otro fósil de Mosasaurus encontrado de la misma época Turoniana (90 millones de años aproximadamente) pero más cercano, concretamente en nuestra hermana República de Colombia, fue el Yaguarasaurus colombianus descrito en 1994 por Páramo, M. E., en un documento llamado “Posición sistemática de un reptil marino con base en los restos fósiles encontrados en capas del Cretácico Superior en Yaguará (Huila)”, publicado en la Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Lo que completa un mapa prehistórico marino de la zona sin fronteras para esa época y con una alta actividad biológica por parte de estos grandes reptiles que dominaron los mares hace millones de años.
Otro fósil de Mosasaurus encontrado de la misma época Turoniana (90 millones de años aproximadamente) pero más cercano, concretamente en nuestra hermana República de Colombia, fue el Yaguarasaurus colombianus descrito en 1994 por Páramo, M. E., en un documento llamado “Posición sistemática de un reptil marino con base en los restos fósiles encontrados en capas del Cretácico Superior en Yaguará (Huila)”, publicado en la Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Lo que completa un mapa prehistórico marino de la zona sin fronteras para esa época y con una alta actividad biológica por parte de estos grandes reptiles que dominaron los mares hace millones de años.
Hay que recordar que el Mosasaurus, al igual que el Plesiosaurus, no eran dinosaurios, sino reptiles, como son los cocodrilos actuales. Ellos convivieron en la misma época de los dinosaurios, pero no pertenecen a la superorden Dinosauria, sino que los Mosasaurus tienen su orden llamada Squamata y los Plesiosaurus su propia orden que es Plesiosauria. Es posible que en la formación La Luna se puedan hacer más hallazgos como en EEUU o Colombia y quien sabe, algún día, si seguimos estudiando la zona con toda la de la ley, tengamos nuestros propios dinosaurios del Cretácico en nuestros museos y documentos científicos que los describan.
Ahora todos los venezolanos tenemos una gran responsabilidad de cuidar y seguir estos estudios paleontológicos. Como Colombia, los venezolanos ya tenemos nuestro propio Mosasaurus y, como EEUU, estamos en camino de ser responsables con nuestro patrimonio fósil y esto nos lleva a una conciencia y cultura paleontológica que nos une con el resto del mundo. Si encuentras algún fósil, no dudes en llamar a las autoridades inmediatamente, para que el Instituto de Patrimonio Cultural junto con paleontólogos puedan identificar estos fósiles y tener más documentos científicos sobre la vida prehistórica que nos rodea. Dile no al espolio y a los huaqueros que dañan nuestro pasado que es de todos los venezolanos.
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