martes, 26 de febrero de 2013

Fósiles de “Pez Bulldog” cretácico fueron encontrado en Trujillo



Restos de un gran pez óseo marino de aproximadamente 95 millones de años de antigüedad fueron encontrados en rocas del Cretácico Superior, en la Serranía de Trujillo, en los Andes de Venezuela. Los restos se corresponden a elementos del cráneo y la columna vertebral de un gigantesco pez  llamado Xiphactinus “Pez Bulldog” por el feroz aspecto que le dan sus grandes dientes caninos en ambas mandíbulas. Este pez fue un gran coloso y un ágil depredador para su tiempo, alcanzando tamaños descomunales de hasta 6 metros de longitud. El material fósil encontrado está en excelentes condiciones de preservación, y sus componentes craneales y vertebrales pueden ser observados en tres dimensiones.
Vista frontal de parte del material fósil encontrado en Venezuela
Imagen cortesía de Sociedade Brasileira de Paleontologia

Así lo explica el paleontólogo venezolano Jorge Carrillo, especialista en vertebrados fósiles, y quien dirigió el estudio junto a otros dos colegas, para la determinación taxonómica de ejemplar. Carrillo comentó que aunque la presentación científica oficial del pez fósil fue en Diciembre de 2012 para una revista especializada en paleontología, el hallazgo de éste ocurrió en el 2008, en un afloramiento de la Formación La Luna (Cretácico) en las cercanías del Monay, estado Trujillo, cuando él realizaba un trabajo geológico en la zona, donde tuvo que proceder de forma inmediata al rescate paleontológico, debido a las potenciales condiciones de perdida y destrucción que sufriría el fósil, a causa de un derrumbe en el lugar del hallazgo. 

El investigador expresó que una vez colectado el material fósil, se notificó de inmediato a las instituciones competentes en la protección del Patrimonio Cultural de Venezuela. Posteriormente el fósil fue ingresado de manera preliminar al Centro de Historia del estado Trujillo para su preparación con técnicas paleontológicas especializadas, debido a que el material estaba cubierto casi en su totalidad por una roca calcárea sumamente dura. Una vez finalizada la preparación el fósil, este fue llevado y depositado en la colección de paleontología del Museo Tulene Bertoni, en la ciudad de Valera, institución estadal que alberga una interesante colección arqueológica y paleontológica de los Andes de Trujillo, fomentando de esta manera el rescate y protección de nuestros valores e historia. 
Tamaño aproximado Xiphactinus cortesía de: prehistoric wildlife
El hallazgo de fósiles de origen marino en plena Serranía de Trujillo, en los Andes de Venezuela, no es extraño, pues resulta que a principios del período geológico conocido como Cretácico,  aproximadamente  unos 95 millones de años de antigüedad, grandes extensiones de lo que hoy es el territorio de Venezuela fueron cubiertas por el océano. Este océano cubrió todo el occidente y oriente del país, depositando sedimentos en ambientes bajo ciertas condiciones de estancamiento oceánico, con patrones de circulación restringida, que permitieron la aparición de ambientes con bajo o incluso ausencia total de oxigeno (ambientes anóxicos), lo cual resultó favorable para la acumulación de grandes espesores de materia orgánica y otros restos de animales, que posteriormente generaron hidrocarburos. Por tal razón muchas rocas de esta edad en Venezuela son portadoras de petróleo. 

Posteriormente todos estos sedimentos fueron sometidos a procesos tectónicos que los elevaron y dieron origen al sistema montañoso de los Andes de Venezuela tal como lo podemos observar en la actualidad. Es por esta razón que podemos conseguir fósiles de moluscos marinos a más de 2500 metros sobre el nivel del mar en rocas de Trujillo, Lara, Mérida y Zulia.
Reconstrucción del Xiphactinus, cortesía de National Geographic
Carrillo comenta que el hallazgo de este inmenso pez fósil no es un caso aislado para Venezuela, pues existen otras localidades en el país (Barinas, Guárico, Lara, Táchira y Zulia, entre otras) donde se han encontrado vertebrados marinos del Cretácico tales como: otros peces óseos, tiburones, reptiles voladores y marinos, de cuyos últimos se conocen restos de tortugas, ictiosaurios y mosasaurios. 

La presencia del pez Xiphactinus en el Cretácico de Venezuela juega un papel importante en las interpretaciones paleobiogeográfica de este grupo de peces, ya que su registro era conocido exclusivamente en rocas del Cretácico de América del Norte y Europa. Con este nuevo registro fósil en el cretácico de Venezuela, se incrementa el conocimiento sobre la distribución de esta especie en el pasado.

PaleoVenezuela agradece enormemente al paleontólogo Jorge Carrillo por su ayuda y asesoramiento en la elaboración de este PaleoArtículo.

3 comentarios:

  1. OSEA QUE SE PUDO COMER UNA PERSONA? O_O

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  2. Por supuesto este pez era tan grande como un gran tiburón blanco, pero mucho mas peligroso

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  3. Fue un gran pez óseo de más de 6 metros y perfectamente pudo haberse comido a una persona de un solo bocado; se han conseguido ejemplares de esta especie en EEUU, en un estado de preservación excelente, conteniendo en sus estómagos peces de la misma u otro especies de proporciones casi iguales en cuanto a tamaño refiere. Esto les produjo la muerte, debido a que este pez en sus aletas pectorales tenían una gran espina en forma de sable que posiblemente daño algún órgano cuando se comieron a otros ejemplares. El nombre Xiphactinus proviene de esa característica, espina o radio de aleta en forma de un gran sable (Xiphactinus= aleta de sable). Saludos.

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